El conjunto blanco, muy peleón y sin suerte, no supo aprovechar su buen arranque en el partido y su falta de recursos deja a Xabi Alonso contra las cuerdas. 

El Real Madrid no consigue ver la luz al final del túnel. El clásico europeo deja el resultado de 1-2 ante el Manchester City, segunda derrota consecutiva y nuevo batacazo, y reafirma el mal momento que atraviesan los blancos. A pesar de que han demostrado una leve mejoría de juego y actitud, esto no ha sido suficiente. Muchas llegadas al área, pero les cuesta finalizar las jugadas y llegar al gol.

Los de Xabi solo tenían una opción: ganar. Pero sin su arma letal, el jugador que más ha rematado a puerta en la competición y el máximo goleador del conjunto, Kyliam Mbappé y con dos sorpresas en el once. El vasco decidió apostar por Rodrygo, uno de los futbolistas que más goles le ha marcado a Pep Guardiola en la Champions, y Gonzalo para acompañar a Vinicius en el ataque. Cambió su táctica de juego, pero los de Pep Guardiola estuvieron más sólidos y organizados, aprovecharon su potencial aéreo y las bandas para derribar al equipo blanco. 

Una victoria provisional y una remontada en el Santiago Bernabeu, pero esta vez del rival. El encuentro empezó siendo muy favorable para el Real Madrid con una mejoría en su juego respecto a los últimos partidos u un bloque-medio muy ordenado. Ya en el minuto 1 el VAR revisó un penalti para los merengues, pero finalmente estaba fuera del área. No obstante, los de Xabi crecieron poco a poco y dominaban el encuentro hasta que Rodrygo, que acabó con su racha negativa para poner el 1-0. Filtró Bellingham un gran pase para el brasileño, que se sacó un poderoso derechazo cruzado al palo largo, superando a Donnarumma. Sin embargo, el City que estuvo apagado todo el tiempo, despertó. Los ingleses tuvieron la oportunidad y devolvieron el empate a balón parado. Gvardiol consiguió rematar un córner que a Courtois se le fue de las manos, y que O´Reilly, muy atento, la empujó al fonde la portería. El belga, que ha dado milagros al Real Madrid tantas veces, se humanizó. Y la fiesta siguió para el City minutos después, el VAR revisó un posible penalti por un empujón de Rüdiguer a Halaand, que este lo aprovechó y le dio el 1-2 a los azules. El primer tiempo acabó con una brutal doble parada del portero blanco, un remate de bocajarro del delantero noruego y el rechace, que cayó en los pies de Cherki y lanzó un potente golpeo.

La segunda mitad comenzó vibrante. Acciones peligrosas de unos y otros. Un Doku muy enchufado y una auténtica pesadilla para Asencio, pero se chocó con Thibout, que fue de nuevo determinante en varias ocasiones. Las cosas no salían para los merengues, muy arriesgados en busca del empate y el donostiarra decidió meter a Brahim en el partido para dar más rapidez en contragolpes. Bellingham se echó a la espalda el juego del equipo y los merengues empezaron a acosar a los de Pep Guardiola, intentaron el gol de todas las formas posibles. Incluso Endrick mandó un poderoso cabezazo al larguero. En un partido atropellado, fue esa la ocasión más clara que tuvo el Madrid para sumar un punto en el marcador. Un tramo final caótico, que acabó en la segunda derrota en casa y en apenas cuatro días. Quizás no era merecedor de este fracaso, pero la reacción no dio para más y Xabi Alonso continua, pero cada vez con menos margen. 

By Ángela

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